Reportajes
LUN 07.10.2013
Sale el sol en Tenerife. Tras seis jornadas sin conocer la victoria, el CD Tenerife derrotó hace una semana al Real Madrid Castilla para conseguir su primer triunfo en la Liga Adelante. Pero los tres puntos no fueron la única buena noticia para los de Álvaro Cervera. Ese día, uno de los baluartes en el ascenso del equipo, el centrocampista Íñigo Ros, debutaba en la categoría a sus casi 31 años. De esa manera el tudelano cumplía un sueño.
Y es que son cinco las fases de ascenso que ha tenido que disputar el jugador navarro hasta llegar a la Liga Adelante. Ros comenzó su carrera como futbolista en el CD Tudelano. Tras despuntar en el equipo de su infancia, la Real Sociedad de Fútbol lo reclutó para su cantera en la campaña 2001/02. Allí tuvo su primer contacto con el fútbol semi profesional, y a pesar del paso de los años, no olvida sus orígenes. "La formación la hice en la cantera de la Real Sociedad. Todo lo que soy ahora como futbolista se lo debo a la Real. Con la experiencia en los demás equipos he aprendido otras cosas, pero el dedicarme de manera profesional al fútbol se lo debo a la Real, que me dio la oportunidad y apostó por mí cuando era un chaval", indica un agradecido Ros a LFP.es.
Todo lo que soy ahora como futbolista se lo debo a la Real. El dedicarme de manera profesional al fútbol se lo debo a la Real
Tras cuatro años en San Sebastián, es el Real Jaén el que llamó a su puerta. En La Victoria aprendió a competir a otro nivel. "Pasé de un club de formación a otro de rendimiento. Yo compartía vestuario con chavales jóvenes, cuya aspiración era jugar en el primer equipo. Y de ahí pasé a compartir vestuario con jugadores adultos que se jugaban el pan de sus hijos domingo tras domingo. Es una visión muy diferente", señala Ros. En la capital andaluza probó por primera vez el sabor amargo de caer en la fase de ascenso. Y lo hizo por partida doble.
Pero Ros siguió buscando su sueño y para ello volvió al País Vasco, donde la SD Eibar se hizo con sus servicios en la campaña 2010/11. "Luego llegué a Eibar, y lo hice en unas circunstancias muy especiales, ya que venía de romperme la tibia, y me ofrecieron dos temporadas. Corroboré todo lo que me habían dicho del Eibar: que es un club muy familiar, como una cuadrilla de amigos. Y en realidad así. Además en un club que te sirve de trampolín". En el conjunto armero sufrió dos nuevos reveses en la fase de ascenso, y a sus 29 años vivió un punto de inflexión en su carrera. "Después de no conseguir un ascenso tras otro, si hubiese perdido esa ilusión no habría fichado por el Tenerife. El que la sigue la consigue, y en mi caso ha sido así", comenta con la satisfacción del deber cumplido.
Quiero seguir cumpliendo objetivos. El de este año es no bajar, pero por qué no soñar con jugar más arriba
Y es que Álvaro Cervera le llamó en verano de 2012. En plenos Sanfermines, Ros volvió a hacer la maleta y arribó a las Islas Afortunadas. En su primera campaña en el club chicharrero logró, por fin, el ansiado ascenso, sacándose una espina considerable. "Al final es un objetivo personal cumplido, pero es un partido más. Quiero seguir cumpliendo objetivos. El de este año es no bajar, pero por qué no soñar con jugar más arriba", comenta el tudelano.
Pero parecía que el debut en la Liga Adelante le era esquivo, ya que en verano sufrió una lesión en el dedo del pie que aplazó su incorporación a los planes del técnico. Ante el Castilla llegó el momento, y no pudo ser más satisfactorio. "Jugar en Heliodoro es una gozada. El equipo tiene una gran repercusión en la isla y es muy bonito jugar 90 minutos delante de tanta gente". Ahora, y tras digerir su anhelado debut, Ros ya piensa en el objetivo del equipo. "Hay que conseguir 50 puntos lo antes posible, pero no vamos a renunciar a nada si se presenta la oportunidad en un momento dado. Aun así, el objetivo principal es la salvación", añade comedido.
Me hace mucha ilusión jugar contra Juan Carlos Valerón. Si me llegan a decir hace diez años que iba a jugar contra él, no me lo habría creído
Para concluir, el centrocampista del Tenerife comentó la fecha que marcó en rojo en el calendario. "Me hace mucha ilusión jugar contra Juan Carlos Valerón. Si me llegan a decir hace diez años que iba a jugar contra él, no me lo habría creído. Además va a ser muy especial, ya que es un derbi canario y habrá un gran ambiente. Será un momento muy emocionante". Un sueño más que, a buen seguro, cumplirá con esfuerzo y compromiso, como siempre ha hecho.
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